Cuando nos planteamos la organización de una boda, para mí, el nexo o lo que marca el concepto de una boda, es la puesta en escena de la mesa.

Buscando información sobre la importancia de una buena mesa en un acto protocolario, festivo e incluso familiar, sorprende que nos tengamos que remontar hasta Cleopatra que desarrolló el arte de presentación en sus mesas, diferenciando a sus comensales por rango.
Una mesa cautiva desde el momento que te sientas a ella. No es una cultura sólo mediterránea, el sentarnos a una mesa para celebrar o tratar un tema.

Tanto el hecho de sentarnos a una mesa como la reciprocidad de invitar a ella, es todo un símbolo de unión, amistad y necesidad de compartir un momento importante.
Y esto es, lo que significa una boda. Un momento más que importante.
Celebramos una unión, compartimos una ilusión de futuro. Por lo tanto la puesta en escena de un banquete de bodas debe ser una partida importante.
Una mesa no son sólo unos platos y un centro de flores (repetitivo y escueto).
En la celebración de una boda, nos sentamos a la mesa, predispuestos a disfrutar, pasar una velada larga y no sólo comer; sino vivir una experiencia.

El promedio de duración del banquete de una boda, sin contar con el cóctel previo, puede ser de 2 horas y media. Promedio.
En un banquete de boda se suceden diferentes momentos: entrega de ramos, menciones a personas especiales, sorpresas y la sobremesa que tanto nos gusta a los españoles.
Cuidar la presentación de la mesa, se basa en la coordinación estética de color, luz y aroma.

Una mesa es la carta de presentación de un evento. Nos sentamos a ella dispuestos a disfrutar. Un disfrute sensorial equilibrado.
En el estilismo de las mesas nupciales o de celebraciones, hay tendencias que van evolucionando.
Lo fundamental es definir el concepto de boda que vendrá marcado por el espacio y los gustos de los novios.
Una de las tendencias que triunfa son las mesas naturales o sin mantel, vestidas con bajoplatos y caminos de mesa evocadores.
Es díficil que los espacios profesionales ofrezcan esta posibilidad, sin embargo las empresas de catering, acostumbradas a montajes más particulares, si cuentan ya, con esta tendencia.
Canapearte nos cedió su mesa para un montaje en nuestro escaparate, que podemos decir ha cautivado a varias parejas.

El montaje de esta mesa, se basa en respetar la naturalidad de la madera. el colorido cálido de la luz, viste la mesa.
La decoración principal está suspendida liberando espacio en la mesa pero creando una ilusión de «techo» vegetal.

El centro: pan y un camino de mesa perlado.
El toque oro de los vasos, junto a los candelabros y el blanco de las hortensias suspendidas aporta el punto «boda».
Si le damos importancia a las servilletas. En una mesa sin mantel, las servilletas deben ser protagonistas.

Una mesa equilibrada pero como me dijo un niño: y las sillas, ¿dónde se sienta la gente?
El comentario me hizo reflexionar. Un niño se fija en lo invisible, en lo que no está, y le doy las gracias… por un próximo escaparate.
Viste tu mesa o desnúdala pero sienta en ella a los que más quieres y sorpréndeles.
Si nos llamas te ayudamos.
Como siempre, preciso y mágico. Unas palabras preciosas para definir lo que muchos quieren.
Enhorabuena!!