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A todas mis novias del 2019…

No sé cómo saldrá este post. Es domingo, llueve y escucho una increíble canción de Leonard Cohen. Me emociono y pienso en vosotras.

Cohen descubre a Federico García Lorca, casi por azar, en una librería de segunda mano.

La pasión innovadora de Lorca invade a Leonard Cohen y ambos nos invitan a bailar un vals.

Yo no bailé un vals, el día de mi boda. Mi chico no baila y punto, aunque yo lo bailo todo.

Pero nunca he bailado un vals. O sí, bailo un vals todos los días, con vosotras y vuestros sentimientos.

Por favor, escuchad a Leonard Cohen versionando a Lorca. Maravillosa fusión.


Take this waltz, take this waltz.
It’s yours now. It’s all that there is.

Invito a mis novias del 2019 a «caminar por pasillos donde el amor nunca ha estado¨. Y a «descansar en una cama donde la luna ha sudado¨.

San Miguel - Novias del 2019
San Miguel – Novias del 2019

Bailad este vals, escuchadlo bajo el cielo estrellado de Fonfría una noche de agosto, o en el embalse de Almendra o al lado de las piedras románicas de Santa María de la Horta.

San Miguel - Novias del 2019
San Miguel

Bailad en el bosque mágico de Maradela, bailad para rendirnos ante la inundación de tu belleza.

Soy romántica sí y vosotras también, por ello:

¨Toma este vals, es tuyo ahora«.

San Miguel - Catálogo novia y comunión  2019
Catálogo novias 2019

En Viena hay diez muchachas,
un hombro donde solloza la muerte
y un bosque de palomas disecadas.
Hay un fragmento de la mañana
en el museo de la escarcha.
Hay un salón con mil ventanas.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals con la boca cerrada.


Este vals, este vals, este vals,
de sí, de muerte y de coñac
que moja su cola en el mar.


Te quiero, te quiero, te quiero,
con la butaca y el libro muerto,
por el melancólico pasillo,
en el oscuro desván del lirio,
en nuestra cama de la luna
y en la danza que sueña la tortuga.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals de quebrada cintura.


En Viena hay cuatro espejos
donde juegan tu boca y los ecos.
Hay una muerte para piano
que pinta de azul a los muchachos.
Hay mendigos por los tejados.
Hay frescas guirnaldas de llanto.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals que se muere en mis brazos.


Porque te quiero, te quiero, amor mío,
en el desván donde juegan los niños,
soñando viejas luces de Hungría
por los rumores de la tarde tibia,
viendo ovejas y lirios de nieve
por el silencio oscuro de tu frente.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals del «Te quiero siempre».


En Viena bailaré contigo
con un disfraz que tenga
cabeza de río.
¡Mira qué orilla tengo de jacintos!
Dejaré mi boca entre tus piernas,
mi alma en fotografías y azucenas,
y en las ondas oscuras de tu andar
quiero, amor mío, amor mío, dejar,
violín y sepulcro, las cintas del vals.

Pequeño vals vienés (Poeta en Nueva York) – Federico García Lorca

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